Tí@s: una reflexión importante

Hoy vengo de enterrar a uno de los que fueron mis mejores amigos en mis primeros años de Madrid, un tío increíble, como toda la gente con la que tratas de rodearte siempre, alguien con quien he hecho cosas que nunca más he vuelto a hacer, el único conductor de motos "gordas" con el que he montado en mi vida a miles de km por hora en plenas calles de Madrid. Sólo quiero hacer una reflexión que espero que os sirva a tod@s en algún momento:

Nunca es demasiado pronto para decir a quien tienes a tu lado lo que sientes y que le quieres y que necesitas su amistad, porque nunca es demasiado pronto para llamar a esa persona con la que has vivido momentos increíbles o, simplemente, con la que te has tomado un café o una caña en ese momento en que más lo necesitabas. Siempre pensamos que es demasiado pronto, que tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlo, pero, de repente, un día te das cuenta de que es demasiado tarde y te das cuenta de que nunca más volverás a tener la oportunidad de llamarle, ni de tomarte un café o una caña con esa persona a la que has apreciado o con la que has vivido algo especial. Entonces, te das cuenta de que esa persona se ha ido para no volver nunca más. Y cuando te ocurre no quieres que te vuelva a suceder, pero no sabes ni cómo evitarlo ni cómo afrontarlo; no sabes cómo volver a llamar a esas personas que tienes en la agenda de tu móvil, a las que hace tanto tiempo que no llamas, pero con las que algún día tomaste un café, reíste, hablaste de cualquier cosa... a esas personas que de verdad han dejado una marca en tu vida. Nunca tenemos que dejar a los amigos para “más adelante” para “otro momento” porque ese momento puede ser demasiado tarde o puede no llegar nunca más.